Analicemos juntos lo que los apicultores debemos saber sobre la nueva Ley Apícola en Chile.
A casi un año de la publicación del Reglamento General que puso en marcha la Ley Apícola, en Mishkihue seguimos acompañando a los apicultores para que puedan adaptarse a esta nueva etapa con información clara y apoyo técnico.
En Chile, la apicultura da un paso importante hacia el futuro. Con la entrada en vigencia de la Ley N° 21.489 de Promoción, Protección y Fomento de la Actividad Apícola, se reconoce oficialmente el rol de las abejas y de quienes las cuidamos como parte esencial de la agricultura y de la vida.
- La Ley Apícola N° 21.489 fue publicada en 2022, pero comenzó a aplicarse realmente desde junio de 2024, cuando se promulgó su Reglamento General (Decreto N° 20/2023).
- Por eso, en 2025 se habla de que “ya está en vigencia”: ahora el SAG cuenta con las normas y herramientas necesarias para ponerla en práctica en todo el país.
En Mishkihue, queremos contarte en palabras simples qué significa esta nueva normativa y cómo podemos adaptarnos juntos como comunidad apícola.
¿Por qué se crea esta ley?
Durante años, los apicultores del país —muchos de ellos pequeños productores rurales— hemos trabajado con esfuerzo, pero sin un marco común que resguarde la sanidad, la trazabilidad y la protección de las colmenas.
La nueva Ley Apícola busca ordenar y proteger el rubro, promoviendo prácticas más seguras, sustentables y reconocidas dentro del sector silvoagropecuario.
En palabras simples: esta ley busca cuidar mejor a las abejas, garantizar la calidad de la miel y dar valor al trabajo de quienes viven de la apicultura.
Qué busca la Ley Apícola
El corazón de esta ley es simple pero profundo: promover, proteger y fomentar la apicultura chilena.
Entre sus principales objetivos están:
- Asegurar un manejo sanitario y trazable de las colmenas.
- Fomentar la sustentabilidad y el bienestar de las abejas.
- Regular la producción, extracción y comercialización de productos apícolas.
- Reconocer a la apicultura como actividad estratégica para la biodiversidad y la agricultura.
Lo que cambia para los apicultores
La Ley Apícola trae consigo nuevas obligaciones que apuntan a profesionalizar el rubro, sin perder el carácter local y familiar que lo define.
A continuación, te explicamos los puntos más importantes en lenguaje simple:
Registro Nacional de Apicultores y Estampadores de Cera
Cada apicultor deberá inscribirse oficialmente en el SAG. Este registro permite saber cuántas colmenas existen en el país y ayuda a prevenir enfermedades y pérdidas.
- Además, cada año el SAG solicita una declaración actualizada de colmenas activas, y quienes comercialicen material biológico deben informar su origen y destino. Son pasos simples que buscan mantener trazabilidad y orden en el rubro.
Cuaderno de campo obligatorio
Todos los apicultores deberán llevar un registro de sus manejos, tratamientos y cosechas. En Mishkihue ya promovemos este hábito en nuestras capacitaciones técnicas.
Condiciones sanitarias mínimas
Los lugares donde se extrae miel o se procesan productos deberán cumplir condiciones de higiene y seguridad. Nuestra sala de procesos en Gorbea ya cuenta con resolución sanitaria, lo que nos permite entregar un servicio confiable y trazable.
Marcado de cajones
Cada colmena deberá estar marcada con el número de registro SAG del apicultor, de forma visible e indeleble. Es como el “RUT” de cada colmena, una forma de asegurar trazabilidad y propiedad.

- La marca debe ser legible, indeleble y horizontal, ubicada en el margen inferior izquierdo de las caras opuestas del cajón; pirograbado o pintado en color café.
- En cajones usados, el número anterior debe quedar tachado pero visible, y sobre él, se marca el nuevo.
- Tamaños mínimos exigidos para el Marcado de cajones:
- Alto: 2–2,5 cm
- Ancho: 1–1,5 cm
- Espacio entre números: 0,4–0,5 cm
- Grosor del trazo: mínimo 2 mm
- Distancia del borde del cajón: 3 cm
Cumplir con estas medidas no solo mejora la sanidad y la trazabilidad de nuestras colmenas, sino que también evita posibles sanciones o la suspensión del registro en caso de incumplimiento. En Mishkihue creemos que lo más importante es estar informados, acompañados y avanzar paso a paso en este proceso.
¿Por qué esta ley es una buena noticia?
Al principio puede parecer más burocracia, pero en realidad es una oportunidad.
La Ley Apícola da respaldo legal a nuestra labor, fortalece la inocuidad de la miel chilena y abre puertas a nuevos mercados que exigen trazabilidad y calidad comprobada.
Además, refuerza la relación entre apicultura y agricultura, exigiendo avisos previos cuando se apliquen plaguicidas, y fomentando una convivencia más segura para las abejas.
El compromiso de Mishkihue
Desde nuestra cooperativa, ya estamos trabajando para que esta transición sea más fácil para todos. Ofrecemos servicios técnicos y asesorías que ayudan a cumplir con las nuevas exigencias:
- Capacitaciones apícolas para mejorar manejo y productividad.
- Extracción de miel en sala con resolución sanitaria.
- Recuperación y fundido de marcos negros.
- Estampado de cera certificado.
Si aún no te has registrado o tienes dudas sobre cómo adaptar tu trabajo a la nueva ley, en Mishkihue te orientamos paso a paso.
Entendemos que cada apicultor vive una realidad distinta
Sabemos que para muchos apicultores —sobre todo quienes recién comienzan o mantienen colmenas por vocación más que por una actividad comercial— estos cambios pueden parecer complejos o lejanos. En Mishkihue entendemos esas realidades y creemos que la ley también debe adaptarse a la diversidad de quienes cuidan abejas en Chile. Por eso queremos ser un apoyo cercano, compartiendo información clara y acompañando este proceso paso a paso.
Cuidar las abejas es cuidar la vida
La nueva Ley Apícola no es solo un cambio normativo: es una oportunidad para fortalecer nuestra comunidad apícola y asegurar el futuro de la polinización en Chile.
Desde Gorbea, seguimos trabajando para que cada apicultor crezca, aprenda y produzca con confianza.
🐝 Mishkihue, cooperativa apícola al servicio de quienes cuidan la vida.




